La importancia de la
calidad del sueño

Es una parte integral de la vida cotidiana, una necesidad biológica que permite restablecer las funciones físicas y psicológicas esenciales para un pleno rendimiento.

Por eso, su papel es muy importante.

4-5 horas para mantener las funciones y supervivencia del organismo.

El resto de horas contribuyen a mejorar nuestro bienestar y mayor calidad de vida.

Factores ambientales

Cuando dormimos, el cuerpo está en reposo pero sigue recibiendo estímulos del mundo exterior. Esta es la razón por la cual el sueño es frágil y susceptible a ser perturbado por muchos factores ambientales.

Ruido

El silencio en la habitación permite una mejor calidad de sueño. Si es posible, evite las habitaciones con ventanas que dan a la calle u opte por el doble acristalamiento.

Temperatura

Asegúrese de que la temperatura no supere los 20°C. La temperatura de la habitación es óptima entre 18°C y 19°C para dormir.

Ropa de cama

Cuide su ropa de cama y cámbiela regularmente (aproximadamente cada 10 años).

Luz

Se duerme mejor en la oscuridad, apagando todas las luces. Cierre las cortinas o persianas para que no le molesten las luces de la ciudad o el sol. Evitar en la medida de lo posible las luces parásitas como indicadores o salvapantallas…

Como hemos visto, el entorno juega un papel crucial en la calidad del sueño. Un ambiente organizado promueve la calma y facilita la concentración, aspectos fundamentales para disfrutar de un sueño reparador, así te invitamos a leer este artículo: Consejos para dormir bien.

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